Conocemos RAMSES desde los inicios del restaurante hace casi 13 años y hemos ido disfrutando de sus sucesivas reinvenciones, tanto gastronómicas (Ricard Camarena en una fase y ahora Arzak), como de los distintos espacios: el elegante salón del piso superior, donde incluso disfrutamos de una cena de fin de año; el brunch de los domingos; el espacio japonés que sobrevivió un corto tiempo (Natsuri); tomando una copa en el cokctáil bar y en la terraza, que claramente es un elemento clave de su éxito en el tiempo tras distintos avatares, propicia tanto en verano, como en invierno y sin duda entre las recomendaciones para extranjeros, por su ubicación en la Plaza de la Independencia y por el animado ambiente. En esta ocasión tuvimos la oportunidad de hablar unos minutos con el dueño, Jorge Llovet, acompañado de Benjamín Calle, promotor (con Alberto Chicote) de los inolvidables NODO y PAN DE LUJO, referentes en los inicios de los restaurantes de corte más moderno en Madrid. Conocimos de primera mano que el local contiguo, con una gran terraza también y que aún no hemos visitado, PATIO DE LEONES, pertenece al mismo dueño que RAMSES.
Compartimos los langostinos con costra crujiente como entrante y el arroz meloso de carabinero y el steak tartar de solomillo de rubia gallega, como platos principales. Correctos.
Como conclusión:
Servicio muy atento
Ambiente animado
Precio medio por persona: 40 euros, bebida aparte.
Valoración: Correcto.
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